La prevención de esta enfermedad pasa por evitar los factores de riesgo:
- Dejar de fumar.
- Seguir una dieta saludable. Estudios científicos han demostrado como la ingesta diaria de algunos nutrientes previenen el riesgo de padecer DMAE. Los nutrientes estudiados son las vitaminas C y E, los minerales zinc y cobre, las xantofilas: luteína y zeaxantina, y los ácidos grasos omega 3: DHA y EPA, que incorporamos mediante el consumo diario de verduras de hoja verde, frutas y aceites enriquecidos en ácidos grasos omega 3.
- Evitar la obesidad.
- Buen control de otras enfermedades sistémicas tales como hipertensión, arterioesclerosis y diabetes.
- Hacer ejercicio regularmente.
- Prevenir la exposición prolongada a la luz utilizando gafas de sol homologadas que protejan de los rayos ultravioleta.
- Someterse a controles optométricos y oftalmológicos a partir de los 40 años de manera regular, donde se valore como mínimo la agudeza visual (AV), el fondo de ojo y sobre todo, si se tienen antecedentes familiares que hayan sufrido la enfermedad.