La mayoría de los niños con estrabismo no se quejan de problemas oculares o notan cambios en su visión.
La mayoría de los niños con estrabismo no se quejan de problemas oculares o notan cambios en su visión. Por lo general, es un miembro de la familia, un maestro o un servicio de salud, quién nota que los ojos no son derechos. Si su hijo tiene alguno de estos signos o síntomas, consulte a su profesional de visión si es necesario. Un adulto o niño que desarrolla una desviación ocular puede experimentar:
- Fatiga visual.
- Visión doble o diplopía.
- Superposición de imágenes (confusión de imágenes).
- Sensación de pesadez.
- Dificultades en actividades visuales cercanas, como la lectura.
- Pérdida de la percepción de profundidad y sensación de volumen. Con el objetivo de compensar el problema, muchos adultos con estrabismo tienden a mover la cabeza, y llevarla a una posición que alivie sus síntomas, dando lugar a una “torticolis ocular”.