La miopía se puede corregir con gafas, lentes de contacto o cirugía.
Tratar la miopía con gafas es la forma más sencilla y segura de corregir la miopía. Su oculista puede recetarle las lentes con las dioptrías especificas, para corregir el problema y mejorar al máximo su visión.
Los lentes de contacto funcionan, al convertirse en la primera superficie de refracción, para los rayos de luz que entran al ojo. Esto resulta en un enfoque más preciso. En muchos casos, los lentes de contacto brindan una visión más clara, un campo de visión más amplio y mayor comodidad. Son una opción segura y eficaz, si se ajustan y se usan de manera correcta.
Ortoqueratología (ORTO-K), es un tratamiento reversible y seguro, que permite compensar la miopía mientras duermes, ya que permite tener visión nítida todo el día, sin usar gafas ni lentes de contacto durante el día, y sin necesidad de cirugía refractiva.
La cirugía refractiva tiene el propósito de cambiar de manera permanente la forma de la córnea, para mejorar la visión refractiva. La cirugía puede disminuir o eliminar la necesidad de usar gafas y lentes de contacto.
Existen muchos tipos de cirugías refractivas, y es el especialista en cirugía refractiva quién tiene que valorar las diferentes opciones que se pueden aplicar. Entre dichas técnicas, contamos con la PKR, LASIK, LASEK o EPILASIK, para alterar el valor dióptrico de la córnea.
La alternativa para corregir la miopía con un tratamiento farmacéutico es la atropina, aunque todavía no se encuentra comercialmente disponible en todos los países. Se ha comprobado que este fármaco controla significativamente el avance de la miopía, cuando se administra al 0,01%. Sin embargo, la atropina tiene una alta incidencia de efectos secundarios, que hacen que clínicamente no sea muy popular.